Boda rústica con encanto
Con vistas al mar, en un jardín acogedor celebraron su boda Alberto y Pati
Buscaban un ambiente de campo. Baobab lo bordó con sus decoraciones florales, sus cestos, jarrones de mimbre, pizarras, todos los detalles muy bien pensados. En pizarras escribieron el menú del aperitivo y el de la comida que incluía un mar y montaña muy adecuado al lugar.
El seating eran unas etiquetas “Post Card” colgadas de unas cuerdas en la fachada de la casa con nombres de plantas aromáticas para identificar las mesas. La hermana de la novia, Bea Salarich, junto con los novios pintaron una antigua bicicleta para el photocall y colaboraron en gran parte de la puesta en escena.
Mirad el salón, quedó ideal con mantel de flores, plato de respeto de mimbre y las pizarritas con el nombre de cada invitado.
En el aperitivo, arrasaron los huevos estrellados servidos en mini paellitas.
Esther Conde