Nos gusta ofrecer rovellons a los invitados, ya que aparecen en nuestras mesas durante una temporada muy corta y no todos los años, lo que hace que sea un producto muy apreciado. En cuanto se empiezan a cocinar y el aroma se extiende por el jardín, no hay gourmet que se resista. Sólo verlos, parece que digan ¡cómeme!
En este banquete fueron un éxito, así como los huevos estrellados y la fondue en el buffet de quesos y vinos. Mirad las fotos de los carritos de quesos en diferentes fiestas
Esther Conde