Preparar una boda en los jardines de un castillo es un reto, es un escenario único y ha de ser una fiesta irrepetible. En este caso, en el Castell de Vallgornera, planteamos el aperitivo en el patio interior y la cena en una carpa. Cuando me pidieron consejo para escoger los manteles insistí en los tonos fucsias y verdes, imaginándome las mesas rodeadas de prados en una tarde de verano.
Combinamos 3 colores desde la gama más suave a la más intensa: rosas, verdes y tonos tierra. La presentación del comedor quitaba el hipo, os lo aseguro. Las carpas combinaban espacios cubiertos, descubiertos, techo opaco y transparente. Y con el castillo de fondo, luna llena y rodeados de naturaleza, el éxito de la fiesta estaba asegurado.
Las flores de Covadonga con los mismos tonos armonizaban el conjunto. Y el menú, adecuado a l’Empordà, incluía pato con mini tarta Tatin y buffet de texturas de foie en el aperitivo.
Os enseño las fotos que hice durante el montaje y la cena.
Carpas: BC Carpas
Material: Crimons
Esther Conde